En una población, no muy grande, vivía una pareja de novios. 

Al parecer ella estaba muy enamorada de él y siempre le decía que tuviese mucho cuidado, ya que donde él iba a trabajar era un lugar con muy mal acceso, pero él siempre le quitaba importancia, a pesar de la gran preocupación que 

mostraba su amada.

Cierto día, en el que el tiempo era muy adverso, le llegó a esta joven la mala noticia de que su novio había tenido un accidente, en el cual había muerto. 

Ella decidió que a partir de ese mismo momento, se habían acabado los hombres para ella y siguió su vida para adelante como bien pudo. Sin embargo, no había día que la chica no bajase hasta donde su novio perdió la vida.

Cada día, sus vecinos le preguntaban por qué bajaba hasta allí y ella les decía:

- “De esta forma consigo estar un rato con mi amado”

Al principio todos la tomaron por loca pero ella seguía y seguía bajando hasta allí. 

De repente, un día decidieron seguirla sin que ella se diese cuenta. Para sorpresa de todos, efectivamente se ponía a hablar con el espíritu de su novio, el cual se le aparecía.

Todos los vecinos quedaron asombrados, pero no le dijeron nada, pues comprobaron que ella era feliz así y ella seguiría bajando al encuentro de su amado.