Esta historia tuvo lugar en una población situada a los pies de una cordillera. Los habitantes de este pequeño pueblo eran muy humildes y trabajadores. Algunos de ellos se encargaban de trazar caminos para mejorar las conexiones con otros pueblos; hasta que un día uno de los vecinos decidió hacer un camino hacia lo alto de las montañas que atravesara las mismas para poder llegar al otro lado sin necesidad de rodearlas.
Los vecinos se quedaron impactados con su trabajo porque era un gran avance para el pueblo y comenzaron a tomar ese camino con bastante frecuencia. Pero llegó el otoño y con ello las lluvias e inundaciones, trayendo consigo una terrible sorpresa: Los vecinos que subían por este tramo no regresaban al pueblo. Por lo que comenzó el temor entre todos los habitantes que sospechaban que algo raro sucedía ahí arriba.
Solamente los más valientes decidieron emprender camino para encontrar a los desaparecidos, pero éstos tampoco regresaban. El pueblo pidió ayuda a las autoridades para que enviaran hasta este sitio un helicóptero con cámaras de video vigilancia. Esto haría que pudieran ver lo que verdaderamente ocurría allí y, poder evitar más desapariciones.
Al día siguiente, enviaron el helicóptero y pudo grabar unas tomas de vídeo de ese terreno. De vuelta al pueblo, los altos cargos se reunieron en el Ayuntamiento local y comprobaron que, lo que ocurría era que la tierra se sumía debido a las intensas lluvias que habían tenido lugar estos últimos meses. Tras investigar en los informes antiguos de la localidad, descubrieron que anteriormente en estas montañas habían existido muchas y grandes cuevas, aunque ellos ignoraban su existencia, y que desgraciadamente el camino previamente trazado pasaba por encima de las mismas.
Finalmente, todos los ciudadanos decidieron dirigirse a la cordillera en busca de las personas desaparecidas, con la suerte de que encontraron a dos de ellas. Estaban en condiciones infrahumanas, su estado de salud era grave pero aún tenían vida, por lo que necesitaban asistencia médica de inmediato.
Una vez de vuelta a casa, fueron cerrando este camino para que nadie más tuviera que vivir esa mala experiencia. Cuenta la leyenda que a día de hoy la población sigue atemorizada y aún dolorida por la pérdida de algunos de sus seres queridos.
REFLEXIÓN:
“A pesar de poner hasta nuestra vida en riesgo, hacemos lo imposible por nuestros seres queridos”
FIN