Un día unos jóvenes, estaban paseando por los pies de una montaña y al ir acercándose a estas pudieron ver que no muy lejos se encontraba un bosque del cual provenían unos ruidos muy extraños. Uno de ellos dijo:  

-“Vamos a asomarnos.” 

Una vez cerca, pudieron observar la presencia de muchas brujas, a lo que uno de ellos exclamó:

-“¡Vámonos!, ya sabéis que nuestros padres nos tienen dicho que las brujas no son nada buenas.” 

Una de estas brujas escuchó lo que el joven acababa de decir y les susurró:

-“Venid, no tengáis miedo, no vamos a haceros nada malo.”  

Los chicos seguían sin fiarse, pero ante la insistencia de las brujas no les quedó otra que acercarse hasta ese lugar, y ellas añadieron:

 -“Ya sabemos que entre todos vosotros tenemos muy mala fama, pues nos tenéis por malas, pero vosotros vais a comprobar que esto no es así.”

Al rato de haber estado un tiempo hablando con ellas, los jóvenes insistían en que debían marcharse, a lo que las brujas les contestaban que les parecía muy bien, pero les pedían a cambio que en cuanto llegaran a sus casas les contaran a sus padres sobre su presencia.

Estos chicos llegaron a sus hogares y les contaron a sus familiares lo que las brujas les habían pedido en aquella montaña, lo que ocasionó en los padres mucha curiosidad y comenzaron la marcha hacia ese misterioso lugar. 

Una vez en esas montañas, los padres observaron que lo que sus hijos les decían era cierto, por lo que las brujas al percatarse de la presencia de los mismos comenzaron a llamarles, y estos se acercaron aun sintiendo mucho temor, pero armándose de valor. 

-“Bien sabemos que nos tenéis por malas, no obstante ahora os vamos a demostrar que no es así, pues nosotras bien sabemos que en vuestra población tenéis unos graves problemas y ahora os vamos realizar una pócima para que la extendáis por todo el pueblo logrando que todo pueda volver a la normalidad, y así entonces cambiaréis la opinión que tenéis sobre nosotras” –comentaron las brujas.

Todos esperaron hasta que la pócima estuviese hecha para regresar al pueblo y extenderla por el mismo. Con el paso de los días pudieron comprobar que lo que dijeron estas brujas era cierto, pues todo volvió a la normalidad, por lo que todos se reunieron para ir a visitarlas, pues estaban muy agradecidos por el bien que les habían hecho.

Desafortunadamente, al acercarse al bosque comprobaron que estas ya no se encontraban en ese lugar, y observaron un pergamino en el que aparecía la siguiente frase: << Ya sabemos que venís a darnos las gracias, pero nosotras nos tenemos que ir a otro lugar adonde nos tienen destinadas>>. Los padres sintieron mucha rabia ante la situación, pues querían darles las gracias personalmente y pedir perdón porque ellas habían demostrado no ser malas como ellos pensaban.

Finalmente, unos días más tarde, uno de estos padres se encontraba paseando por los alrededores y muy asombrado observó en un árbol la siguiente inscripción grabada: <<Ya nos veremos>>.

´Debemos conocer a las personas antes de juzgarlas. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos’