En un pueblo no muy grande y que no se encontraba en muy buen estado se pudo ver luz en una casa abandonada.

Los vecinos se extrañaron mucho y decidieron acercarse para ver de qué se trataba. 

Cuando estaban dentro de la casa pudieron comprobar que la luz provenía de una vela encendida y se marcharon bastante pensativos, ya que no sabían quién había podido encender esa vela si supuestamente en esa casa no vivía nadie.

Cuando el resto de vecinos se enteró de lo ocurrido decidieron que lo mejor sería apagarla. Sin embargo, el más anciano del pueblo les dijo:

“Ni locos, si sois capaces de apagarla una gran nube negra se pondrá sobre nuestro pueblo, traerá muchísimo aire y mucha lluvia y os aseguro que destrozará todos los campos”

Cuando la gente escuchó al hombre decirles esto se cuestionaron que si la vela se apagaba por algún otro motivo también ocurriría lo mismo, pero el anciano les dijo: 

“no es así vecinos, esto solo ocurre si la vela es apagada por un ser humano”

Las mujeres y los hombres del pueblo no lo creyeron y decidieron poner rumbo hasta la casa abandonada y, una vez allí, soplar la vela para apagarla por completo.

Los días comenzaron a pasar y pasar, pero nunca ocurría lo que el anciano les había dicho. Todos comentaban que se trataba de alguna barbaridad de la gente mayor y se reían de su predicción, pero el anciano no decía nada al respecto.

Para sorpresa de todos un día se levantaron y el cielo estaba muy gris, observaron una nube que no tenía muy buena pinta, pero pensaron que solo sería casualidad. De repente comenzó a llover y a hacer muchísimo aire, un viento que jamás habían visto allí.

Los vecinos comenzaron a asustarse y pensaron en buscar al anciano para que les diese alguna solución.

Cuando estaban frente a él le pidieron que de qué forma y cómo podían conseguir evitar todo esto, pero el anciano les dijo que lo único que se le ocurría era volver a encender la vela, aunque estaba un poco decepcionado porque no lo habían creído y habían hecho lo que les había dado la gana. 

Además, el anciano decidió contarles la historia de esta casa abandonada: 

“Hace mucho tiempo vivía una buena familia que tenía un hijo y una hija. La hija se enamoró de un joven que no pertenecía a su clase social y los padres no le aceptaban, cuanto más se querían mas era el rechazo de la familia.

Fatalmente, un día el chico murió y ella quedó muy desolada y siempre le tenía encendía una vela a su amado.

Todos contaban que hasta después de muerta venía su espíritu a encender esta vela y cuando alguien decidía apagarla era cuando ocurría este fenómeno de lluvia y viento.”

Los vecinos se asustaron bastante y decidieron volver a encender la vela y dejar que esa casa estuviera iluminada

para siempre.