En un pueblo que no estaba muy lejos del bosque, no había tarde que no se oyesen los aullidos de los lobos. Sobre todo, en las noches de luna llena se oían con mucha más intensidad.
Pero, con el paso del tiempo, estos lobos dejaron de bajar hasta este pueblo, por lo que los aullidos también dejaron de oírse.
Los vecinos comenzaron a sospechar de que algo estaba ocurriendo, además a todo esto se le añadía que en la oscuridad se oían aullidos con lamentos y, con más razón, comenzaron a pensar que las cosas no iban bien y que algo raro estaba ocurriendo con estos animales.
Viendo esta problemática, los vecinos se pusieron a investigar y una noche subieron hasta donde los lobos solían aullar y fue allí donde todos quedaron muy asombrados al encontrarse una gran barbarie. Muchos de estos mamíferos estaban muertos por numerosos disparos de escopeta y por haber recibido golpes y palos.
Los vecinos del pueblo no daban crédito y, por supuesto, no tardaron en ponerlo en orden judicial para que buscaran a los culpables.
Pasado un tiempo, encontraron a los responsables y fueron multados y encarcelados.
Por fin todo volvió a la normalidad.
Al tiempo, los lobos volvieron a bajar al pueblo y se volvieron a oír en las noches de luna llena y, a partir de ese mismo momento, los vecinos se sintieron la mar de orgullosos, ya que estaban seguros de que habían hecho lo correcto, porque si no hubiese sido por ellos hubieran seguido matando lobos y esta especie protegida podría haber llegado a desaparecer.
Así, gracias a los habitantes de este pueblo y a su valentía, nada de eso llegó a ocurrir y afortunadamente todo volvió a ser como antes.
REFLEXIÓN:
Cuando tenemos dudas de que las cosas no van bien es bueno esforzarse por comprobarlo y mostrar valentía para que las cosas puedan arreglarse y hacer todo lo posible para que puedan ir a mejor.
FIN